UNÍOS, HERMANOS PROLETARIOS
NUESTRAS POSICIONES.
Quienes somos y que queremos.
POR UNA POLÍTICA DEL PROLETARIADO Y PARA EL PROLETARIADO
INTRO: Desde nuestra actividad, ligada a las luchas reales de nuestra Clase, surge la necesidad de hacer aclaraciones y poner en conocimiento de los trabajadores "quienes somos y que pretendemos". Pensamos y seguimos pendando que es y será nuestra práctica la que dé las mejores explicaciones y las mejores definiciones de cuales son nuestras posiciones e intenciones, no obstante, y dado que algunos trabajadores nos preguntan y se preguntan quienes somos y de que vamos hemos tratado, con este libelo, definirnos de la mejor manera y lo más escuetamente que nos ha sido posible. Hemos creído que definirnos y presentarnos teóricamente ante los nuestros, y sólo ante ellos, es una necesidad y una responsabilidad que la realidad nos exige.
Salud y nos vemos en la lucha.
APROXIMACIÓN A UNA DECLARACIÓN DE INTENCIONES
No somos un sindicato, no somos un partido, no somos un colectivo. No somos una organización izquierdista que reclame un capitalismo desprendido de sus inherentes contradicciones, no nos mueve ninguna ideología redentora de la humanidad, no tenemos nada que negociar con el capital. Nuestra práctica únicamente responde a la necesidad real, viviente, que tiene el proletariado de destruir el capitalismo, a la contraposición práctica entre las necesidades humanas y las necesidades del capital.
Somos una organización que surge ante la necesidad de comunicación, coordinación y centralización de grupos proletarios que, aún de forma minoritaria, mantienen un referente teórico-práctico abiertamente clasista. Esto no nos convierte en una organización ajena al movimiento real del proletariado que busque afiliados “a los que organizar”, o en una “vanguardia” separada del proletariado que limite a éste a un papel secundario de apoyo a su actividad, ni mucho menos en un grupúsculo contemplativo que marque el camino que deban seguir otros. Muy al contrario, nosotros somos parte integrante del movimiento proletario que intenta imponer las necesidades humanas, y es en este sentido que encaminamos nuestra actividad hacia la profundización en el antagonismo de clases, en hacer ver éste de la forma más clara posible tratando de evitar que el movimiento proletario de negación y superación de lo existente sea recuperado por la burguesía y canalizado hacia cauces sindicalistas, politicistas, nacionalistas, localistas, racistas, religiosos, ecologistas, feministas, pacifistas, ciudadanistas, indigenistas, antimilitaristas, tercermundistas, alter mundialistas, etc, es decir, dirigimos nuestra actividad hacia el autorreconocimiento del proletariado como clase con intereses autónomos y antagónicos respecto a la clase enemiga, la burguesía, que lo lleven a constituirse en fuerza centralizada a nivel mundial abiertamente enfrentada al capitalismo y sus aparatos.
Queremos ser un espacio de encuentro práctico de las potencialidades revolucionarias presentes.
Por supuesto este proyecto no está abierto a los naturales enemigos de nuestra clase, los socialdemócratas, estalinistas e izquierdistas de todos los colores, sino abiertamente dirigido contra ellos, contra todos los que, con ellos, colaboran en el sostenimiento y la perpetuación del sistema basado en el trabajo asalariado y la mercancía.
Nos identificamos y pretendemos confluir con todos aquellos que:
1. Luchan contra todas las formas de capitalismo, se presente bajo la forma que se presente, democrática o dictatorial, “intervencionista” o “liberal”, azul o roja, monárquica o republicana, laica o confesional, derechista o de izquierdas, simples adaptaciones de la dictadura del capital aplicadas según las necesidades concretas y circunstanciales de las distintas fracciones burguesas.
2. Luchan fuera y contra los partidos, gestores o aspirantes a gestores del Estado capitalista que no son más que simples engranajes de la maquinaria capitalista para dividir y someter a los proletarios, convirtiéndolos en ciudadanos-votantes atomizados que desaparecen como clase e inyectando sobre éstos ilusiones parlamentarias de reformas de la miseria asalariada o de vías pacíficas al socialismo.
3. Luchan fuera y contra los sindicatos, pues reconocen en ellos a los aparatos paraestatales encargados de regular el mercado laboral y el precio de la mercancía-fuerza de trabajo según las necesidades del capital y de su competitividad nacional; establecidos por la burguesía como representantes de los esclavos asalariados realizan una labor de encuadramiento y sabotaje de la lucha proletaria, canalizando el antagonismo de clases hacia una mera negociación mercantil del precio de la mercancía-fuerza de trabajo; garantes de la paz social aún en sus variantes más “radicales”, que, lejos del mito de crear conciencia de clase, representan, en el mejor de los casos, un extremismo democrático, una defensa (y perpetuación) de los derechos de la mercancía asalariada, y por lo tanto, un obstáculo para la constitución del proletariado en fuerza autónoma y antagónica al capital y un freno para la ruptura insurreccional.
4. Rompiendo con todas las ideologías con que la burguesía pretende dividirnos y enfrentarnos llevan a cabo una lucha por recuperar la autonomía de clase del proletariado
5. Ven en las luchas de sus hermanos de clase por imponer las necesidades humanas en cualquier lugar del mundo, aún con sus debilidades y limitaciones, su propia lucha, y actúan en el sentido de superar esas debilidades y unificar dichas luchas, con el objetivo de que adquieran una dirección revolucionaria.
6. Ponen los intereses del movimiento proletario en su conjunto por delante de los intereses de tal o cual fase de desarrollo de ese movimiento en este o cualquier lugar.
7. Defienden abiertamente, en contraposición a humanistas y demócratas de distinto pelaje, la existencia de la lucha de clases, la práctica de negación del capitalismo de nuestra clase, el antagonismo real que, en cualquier circunstancia o zona geográfica, enfrenta a los intereses del proletariado y a los de la burguesía: comunismo o barbarie.
Este proyecto se dirige a todos aquellos que se identifiquen con estos puntos prácticos, con independencia de cómo le guste a cada cual autodefinirse. Lo importante es no renunciar a lo fundamental: la defensa de los intereses autónomos del proletariado, de la centralización internacional de sus luchas, de la perspectiva insurreccional, de la violenta imposición de las necesidades humanas frente a la violenta imposición de las necesidades de la economía mercantil, destruyendo la misma economía mercantil, derribando el Estado, aboliendo la sociedad de clases.
Sobre estas bases nos proponemos realizar la crítica teórico-práctica del estado actual de las cosas, incidiendo en los conflictos, facilitando la creación de situaciones insurreccionales, como momentos clave desde donde regenerar el movimiento autónomo de nuestra clase.
COMO NOS ORGANIZAMOS, COMO ACTUAMOS.
Nos hemos damos como nombre una consigna histórica de unidad de la lucha revolucionaria de nuestra Clase (U.H.P.) precisamente como muestra de nuestro rechazo a ser una organización separada de la realidad de las luchas del proletariado. Consecuentemente nos organizamos en grupos a nivel territorial, sin respetar el marco artificioso de las fronteras y con pretensiones internacionales, para intervenir como proletarios en las luchas reales de nuestra Clase, que son nuestras propias luchas. Pretendiendo confluir con todos aquellos proletarios que se enfrentan al Capital en barrios, fábricas, centros de trabajo,... por la defensa de sus intereses como trabajadores, antagónicos a los intereses de la burguesía; incidiendo en la clarificación de la lucha de clases desde lo real y concreto; fortaleciendo la extensión y unidad de las luchas; apoyando siempre que las luchas sean dirigidas por su protagonista, el proletariado; desenmascarando a todos los dirigentes e ideólogos que tratan de sustituir al proletariado y erigirse en nuestros representantes; fomentando la acción directa y la solidaridad internacionalista como herramientas fundamentales de la acción proletaria; favoreciendo los avances prácticos hacia la constitución del proletariado en Clase: la autoorganizacion del proletariado como Clase autónoma y enfrentada a la burguesía.
No tenemos oficinas, ni comités centrales, ni carnets de afiliación. Nos encontraras en las luchas contra la especulación en nuestros barrios, contra los despidos, la precariedad y los cierres, por la solidaridad con nuestros hermanos de cualquier lugar del mundo, contra la miseravilización de nuestras condiciones de vida,..., nos encontraras en las luchas de nuestra Clase, como proletarios, internacionalistas y revolucionarios.
"Que vendemos, nada. Que queremos, todo."
ELEMENTOS PARA UNA "POLÍTICA" PROLETARIA
1. La burguesía no precisa conciencia de clase, nace con ella puesta. La burguesía como clase dominante es en si sujeto personificado del Modo de Producción Capitalista, única realidad existente, desglosada teóricamente bajo sus formas económicas, políticas, sociales, ideológicas y militares. Nada está fuera del Capital mientras este no sea abolido, así pues, el movimiento proletario revolucionario a través de su historia no ha existido ni "dentro" ni "fuera" del Capital, ya que ambas formas de "estar" es ser parte del capitalismo, si no "contra" el Capital.
2. La burguesía se ha apropiado históricamente de los medios de producción y reproducción social, imponiendo la lógica de mercado, como forma de desarrollo de la economía-política, legitimada por el Estado-nación (bajo forma "democrática" o dictatorial). La existencia de la burguesía presupone, la necesaria existencia del proletariado como objeto de explotación.
3. La burguesía es la clase que ostenta el Poder en el sistema capitalista, el proletariado quien lo sufre. Para este ejercicio del Poder la burguesía se vale de colaboradores desclasados que se alinean en su bando para así mejor medrar. El ejercito de funcionarios de la represión, policías, militares, jueces, periodistas vendidos, esquiroles y múltiples engendros de chivato, no son simples asalariados, son esbirros del Capital y cómplices de su política de exterminio. Sus cabezas también están en el punto de mira de la revolución.
4. Burguesía y proletariado encarnan el enfrentamiento histórico entre explotadores y explotados. La burguesía para existir precisa acumular cada vez más Capital lo que solo es posible incrementando la explotación del proletariado y miseravilizando hasta extremos sus condiciones de supervivencia. Ante esta perspectiva el proletariado precisa destruir el capitalismo para no ser exterminado. La lucha de clases no es una premisa ideológica, es una realidad histórica. La revolución proletaria no es un propósito moral es la necesidad del proletariado de destruir el Capital para no ser exterminado.
5. Las formas de la dominación capitalista varían pero en esencia siguen siendo las mismas. El acceso de los trabajadores al consumo solo es una tapadera para dinamizar la economía y solapar las verdaderas condiciones de subsistencia a las que estamos sometidos. Entre el supuesto nivel de vida (pagado a plazos) de los trabajadores en las sociedades occidentales y la miseria solo dista un pequeño paso.
6. El proletariado no es consciente de la totalidad del sistema capitalista y su posición en él, para ello el sistema se vale de todas las falsificaciones ideológicas a su alcance. Por ello el proletariado no es Clase si no se percibe como tal y en consecuencia conoce su misión histórica.
7. Para constituirse en Clase el proletariado debe adquirir consciencia de sí. A través de las luchas concretas el proletariado adquiere esa consciencia y genera órganos unitarios, rompiendo con las separaciones (partidos, sindicatos,...) impuestas por el capital y sus defensores.
8. Es esencial que el proletariado se autoorganice para defender sus intereses, que desarrolle sus luchas sin ningún miramiento hacia la "productividad de la empresa","economía nacional", la "patria", o cualquier artimaña burguesa para desmovilizarnos. Es hacia esto, hacia la autoorganización del proletariado al margen de cualquier organización que la quiera encuadrar y falsificar sus verdaderos intereses como clase (sindicatos, partidos politicos, ongs, ...) y hacia la formación de una conciencia de clase internacionalista por parte de los obreros, que dirigimos nuestra actividad militante.
9. El proletariado constituido en Clase es Clase internacional, que se enfrenta al capitalismo internacionalmente y que ve en la lucha de sus hermanos de cualquier lugar del mundo su propia lucha y la defensa de sus propios intereses.
10. Todas las ideologías y particularmente las izquierdistas, actúan como separatas de la consciencia proletaria y sirven al capital, directa o indirectamente, rompiendo la visión global de la Clase para sí, que el proletariado puede adquirir en el desarrollo de las luchas concretas por la mejora de sus condiciones de vida.
11. La ideología como falsa conciencia de la realidad, escatima la necesidad del proletariado de destruir el sistema capitalista. Convirtiendo esa necesidad en un juego moral (entre buenos y malos) al que puedes o no jugar. La realidad es bien otra, el desarrollo del capitalismo solo ofrece dos salidas: comunismo o barbarie.
12. El proletariado es la Clase capaz de realizar el comunismo, no por que lo desee, si no por que en ello le va la vida. El proletariado se convierte en representante de las necesidades humanas enfretadas a las necesidades de la economía mercantil.
13. La autonomía es la necesidad del proletariado de separarse y enfrentarse a todos los órganos de separación, dominación y control capitalista. La autonomía no es una ideología si no una necesidad y una práctica para la constitución del proletariado en Clase.
14. El movimiento autónomo del proletariado es la autoorganizacion del proletariado en acción, defendiendo sus propios intereses y en consecuencia afrontando la necesidad de destruir el capitalismo.
15. La autoorganización proletaria se dota históricamente de instrumentos organizativos de combate (asambleas, comités, consejos, piquetes,...) que son a su vez los núcleos organizativos de la futura sociedad comunista. En el seno de los órganos autónomos de combate del proletariado se desarrollan relaciones sociales comunistas, es decir, relaciones entre iguales, sin jefes ni vanguardias.
16. El movimiento autónomo del proletariado ha de combatir y destruir todas las falsificaciones ideológicas y principalmente las que aparentemente abogan por su liberación, escatimando la necesidad de la acción revolucionaria, proponiendo políticas gradualistas y reformistas que presuponen que otro capitalismo es posible o parcelando las luchas entre luchas "económicas" y "políticas".
17. El proletariado a través de sus órganos de combate y autoorganización realiza un ejercicio del Poder contra el Poder de la burguesía a través del conflicto, de la lucha de clases. Su tarea es destruir el Estado, abolir el trabajo asalariado, el dinero, la propiedad privada y la mercancía, realidades sobre las que pibota el Poder de la burguesía.
18. El ejercicio revolucionario del Poder del proletariado sobre la burguesía conduce por medio de la acción insurreccional a la toma del Poder por parte del proletariado. Poder que se ejerce desde el proletariado sobre los restos de la burguesía en decadencia hasta la consecución de la sociedad sin clases. Es, dictadura de las necesidades humanas frente a la dictadura de la economía de mercado.
19. El Poder del proletariado es Poder contra la burguesía pero libertad para el proletariado, que en todo momento es sujeto de sus decisiones a través de sus órganos de Clase. El Poder del proletariado, es el Poder del proletariado autoorganizado. No es Poder de un partido que se erige sobre el proletariado, es Poder del proletariado constituido en Clase, contra todos los jefes y vanguardias, aunque se digan del proletariado.
20. Con el ascenso de la burguesía al Poder se desarrolla el nuevo Estado, o mejor, el Estado a secas, ya que hasta entonces no había conciencia de Estado, desperdigado como estaba en poder de los elementos estamentales nobiliarios y señoriales. El poder del Estado surge en torno a un estado de Poder burgués: la nueva clase dominante, la burguesía. En consecuencia la revolución proletaria implica la destrucción del Estado, y la toma del Poder por parte del proletariado no es la legitimación del Estado bajo nueva forma transitoria si no su superación.
21. Históricamente, la teoría y práctica revolucionaria de nuestra clase no se resume en una sola etiqueta, ni en una sola sigla. El movimiento proletario a estampado su impronta revolucionaria en diversas formas organizativas, y se ha reconocido así mismo denominándose socialista, comunista o anarquista. Nosotros nos reconocemos en todas esas denominaciones y prácticas, siempre y cuando hayan apostado coherentemente por la destrucción del Estado y el Capital, por el desarrollo de una política unitaria de la Clase para si, contra toda falsificación ideológica y oponiendo al reformismo gradualista la práctica insurreccional y revolucionaria. Así pues nos consideramos consecuentemente, comunistas y anarquistas, cuando la práctica de ambos términos significa avanzar hacia una sociedad sin clases y sin Estado.
22. De igual manera históricamente, todos los reformismos, todos al servicio del Capital e ideólogos de este, han pretendido erigirse en representantes del proletariado escatimando y desviando su papel histórico, destruir al capitalismo. Los socialdemócratas pasados y presentes, las diversas sectas leninistas-estalinianas con sus múltiples apellidos, los filósofos marxistologos, los anarquistas democráticos y los gestionistas libertarios, los altermundialistas con sus danzas y panderetas,... TODOS, están metidos en el mismo saco de la contrarrevolución, con sus políticas gradualistas, sus condiciones objetivas, sus frentismos interclasistas, sus vanguardismos iluminados, en definitiva su política reflejo y fiel servidora del orden capitalista.