León Trotsky
(
Textos del
marxismo revolucionario n° 1,
Abril 2015,
photocopias A4, 90 páginas
)
ESTA EDICIÓN
En
Junio de 1920 salía publicado este texto, titulado
Terrorismo y
Comunismo,
uno de los más eficaces y tajantes de Trotsky. Fue entonces
cuando la Internacional Comunista se encargó de su edición en
diversas lenguas: rusa, francesa, alemana, inglesa, etc. Con la
victoria de la contrarrevolución estaliniana y con la victoria
de la democracia burguesa sobre el comunismo, este texto ha
logrado convertirse en uno de los más indigestos que pudieran
existir para todos aquellos – empezando por los propios
trotskistas – que conciliaron con toda la ideología y la praxis
de la democracia, del antifascismo democrático, de los frentes
populares, del parlamentarismo y el electoralismo, del pacifismo.
En 1980, nuestro
partido de ayer, a través de su casa editora, Editions
Prométhée, de París, volvía a publicar este texto sobre la base
de la traducción francesa de las Ediciones de la Internacional
Comunista en 1920, confrontándolo con el texto ruso contenido en
Sotchinenyia, Moscú, Ediciones del Estado, 1925. Luego ha sido
publicado por entregas, esta vez en lengua italiana, desde
septiembre de 1995, en nuestro órgano "Il comunista" (n° 46 -
47) hasta febrero de 2003 (n° 83, y después, en 2010, gracias a
una importante colaboración de nuestros lectores, fue publicado
en un solo volumen.
En esta ocasión,
ponemos esta importante obra – esta vez en lengua castellana – a
la disposición de todos aquellos militantes, simpatizantes, o
simples lectores, que siguen nuestra actividad y leen nuestra
prensa . Esta edición ha sido cuidada y revisada, teniendo por
base y comparación tanto la traducción italiana, como la
traducción francesa publicadas por las Ediciones de la
Internacional Comunista en 1920 (reproducida casi sin cambios
por todas las ediciones francesas sucesivas), revisada en su
tiempo a partir del texto ruso que figura en los Sotchinenyia,
Moscú, Ediciones del Estado, 1925.
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PDF COMPLETO para leer y descargar: http://www.pcint.org/40_pdf/18_publication-pdf/Ter_y_com_w.pdf
Índice
●---Esta
edición
●---Premisa
●---Presentación
●---Prefacio
de León Trotsky
●---Capítulo
I. – La correlación de fuerzas
●---Capítulo
II. – La dictadura del proletariado
●---Capítulo
III. – Democracia
O democracia o guerra civil
La degeneración imperialista de la democracia
Metafísica de la democracia
La asamblea constituyente
●---Capítulo
IV. – El terrorismo
La libertad de prensa
La influencia de la guerra
●---Capítulo
V. – La Comuna
de parís y la rusia de los soviets
La falta de preparación de los
partidos socialistas de la
Comuna
La
Comuna
de parís y el terrorismo
El
Comité Central absoluto y la Comuna «democrática»
La Comuna democrática y la dictadura revolucionaria
El obrero parisino de 1871.
El
proletariado petersburgués de 1917
●---Capítulo
VI. – Marx y... Kautsky
●---Capítulo
VII. – La clase obrera y su política soviética:
El proletariado ruso
Los soviets, los sindicatos y el partido
La política con respecto al campesinado
El poder soviético y los especialistas
La política internacional del poder soviético
●---Capítulo
VIII. – Las cuestiones de organización del trabajo:
El poder soviético y la
industria
Informe sobre la organización del trabajo
El trabajo obligatorio
La militarización del trabajo
Los ejércitos del trabajo
El plan económico único
Dirección colectiva y dirección unipersonal
Conclusión del informe
●---Capítulo
IX. – Karl Kautsky, su escuela y su libro
●---A
manera de epílogo
Premisa
Qué duda cabe que "Terrorismo
y Comunismo" es uno de los escritos de Trotsky más irreconciliables con los
falsos comunistas y todas aquellas fuerzas que sólo buscan obstaculizar la
lucha de clase, y que la misma desemboque históricamente en lucha
revolucionaria. Aquí ya no se trata de reivindicar abierta y declaradamente
el uso de la violencia revolucionaria llevada hasta el terrorismo, ejercido
por el poder revolucionario del proletariado comunista con el fin de impedir
la reorganización y el combate de las clases burguesas vencidas; se trata
también de reivindicar la necesidad histórica del ejercicio de la dictadura
de clase del proletariado hasta su completa victoria a nivel mundial, tarea
que sólo el partido de clase, el partido comunista internacional, puede
llevar hasta sus últimas consecuencias y finalidades, la única fuerza
política capaz de conducir la dictadura del proletariado de acuerdo al
trazado programático del comunismo revolucionario.
Siguiendo el desarrollo
histórico de las sociedades humanas, la tesis marxista afirma que la clase
proletaria o es revolucionaria o no es clase en absoluto; afirma que la
revolución proletaria no es un complot de grupos de vanguardia, no es la
suma de acciones valientes de grupos políticos dispuestos al sacrifico a
través de una lucha desesperada contra las fuerzas militares y de represión;
no lo es tampoco el radiante día de la insurrección de las masas explotadas
contra las clases que los explotan y hacen sus esclavos. La revolución
proletaria es la cosa más autoritaria y violenta que las masas proletarias
son capaces de expresar históricamente en su lucha contra el opresivo y
dictatorial poder burgués, para abatirlo y sustituirlo por un poder que
encauce el desarrollo de la sociedad hacia la definitiva superación de la
opresión y explotación de todo tipo, y la transformación general del modo de
producción social del capitalismo al comunismo, esto es, el paso del modo de
producción que hace de la gran mayoría de los hombres esclavos del capital,
el mercado, la propiedad privada, la apropiación privada de la riqueza
social, al modo de producción comunista que restablece la vida de los
hombres en la armonía social que solamente puede asegurar una sociedad sin
clases, sin opresión ni antagonismos de clase. Del reino de la necesidad al
reino de la libertad, afirma Engels; del reino en el cual la gran mayoría de
los hombres se encuentran reducidos a la esclavitud salarial, al reino donde
toda la humanidad vive en la libre expresión de la capacidad y en la
satisfacción de las necesidades de cada uno.
La historia del desarrollo
social humano es cuestión de luchas de clases contrapuestas, es historia de
modos de producción que, para dar un más amplio desarrollo a las fuerzas
productivas, han llegado a través de guerras y revoluciones hasta el modo de
producción capitalista, el cual marca la última conquista posible para la
sociedad dividida en clases: luego del capitalismo no hay sino comunismo,
cuya representación es el movimiento real que avanza hacia la abolición del
actual estado de cosas (Marx). Como en cada recodo histórico fundamental, el
paso de una sociedad a otra, de un modo de producción a otro superior, en
este caso del capitalismo al comunismo, jamás arribará gradualmente, por
aproximación progresiva, sino a través de rupturas revolucionarias, de
guerras revolucionarias. Cada clase que anteriormente ha representado el
salto revolucionario histórico entre la vieja y la nueva sociedad, ha debido
aplicar el máximo de fuerza y violencia que su desarrollo histórico había
producido para poder vencer la resistencia de las clases dominantes e
impedirlas luego retornar al poder. El proletariado, única fuerza
revolucionaria en época burguesa, tampoco obrará de manera diferente. Y,
puesto que es la única clase sin-reservas de la sociedad, que no posee
ningún poder económico, el proletariado está llamado a realizar la
revolución política más perturbadora de la historia, puesto que es sólo
abatiendo el poder político de la clase burguesa que luego podrá arrojarse a
la conquista de su poder económico; y es sólo a través de una férrea
dictadura de clase que tendrá la posibilidad de aplicar las medidas sociales
y políticas que lleven a la sociedad hacia la superación del capitalismo,
esto es, hacia la abolición del estado de crisis permanente, para finalizar
con la prehistoria humana y entrar finalmente en la historia de la especie
humana.
Esta grandiosa perspectiva
histórica no es una utopía, sino el recorrido histórico del movimiento real.
Su realización no está escrita en ideales a los que la realidad deberá
adaptarse, sino que está escrita en la historia de las revoluciones y las
luchas entre las clases. Pero esta perspectiva es contrastada ferozmente con
el máximo grado de violencia que es capaz de ejercer la clase dominante
burguesa - como han demostrado más de 160 años de guerras por la conquista
de nuevos mercados y nuevas colonias hasta llegar a la guerra mundial - para
que el proletariado no lleve su lucha revolucionaria y de clase hasta el
fondo, hasta la victoriosa dictadura de clase.
En la formidable defensa del
marxismo contra la ola oportunista que había tomado el social-chovinismo por
bandera, "Terrorismo y Comunismo" de Trotsky no sólo es
complementario al "Renegado Kautsky" de Lenin, sino también a "El
Estado y la Revolución" en la valerosa defensa de los principios
fundamentales del marxismo: revolución por la conquista del poder político,
hundimiento del Estado burgués, instauración de la dictadura proletaria
ejercitada por el partido de clase, formación del Estado proletario,
ejercicio de la fuerza y la violencia de la dictadura proletaria -
incluyendo el terror - para defender el poder proletario conquistado y para
desarrollar el movimiento revolucionario en todos los países aún dominados
por la burguesía. Trotsky escribe en el célebre tren blindado con el que
atravesaba todos los frentes de la guerra civil revolucionaria contra los
guardias blancos y los demás ejércitos contrarrevolucionarios apoyados por
todas las potencias imperialistas de la época; escribe desde la posición de
un poder que demuestra cuánto es indispensable una férrea dictadura para
defender la victoria revolucionaria, aplicando las enseñanzas que, desde la
primera dictadura proletaria de la historia, la Comuna de París, los
comunistas revolucionarios han asimilado para no sucumbir en la guerra de
clase en la cual no se admiten debilidades, so pena de ser aniquilados.
En Rusia, durante los tres
años extremadamente intensos de guerra civil, de 1918 a 1921, la dictadura
proletaria logró resistir y vencer, gracias al partido bolchevique. Ninguna
potencia imperialista tuvo la fuerza militar capaz de doblegar el poder
revolucionario en Rusia, debido sin duda alguna a la gran solidez del
proletariado revolucionario ruso, a su magnífico espíritu de sacrificio,
pero sobre todo a la gran lucidez y la amplia visión política del partido
bolchevique que dio en aquellos años un ejemplo de ejercicio de la dictadura
del proletariado, cual el más válido para todos los países del mundo, sobre
todo para los países más avanzados desde el punto de vista capitalista y
democrático.
Diciembre 2014