[Publicación] SU CAPITAL #25
Tristemente
el orden reina por doquier gestionado de idéntica forma por la
izquierda o la derecha del capital con algunos teatrillos opcionales. El
juego parlamentario desgraciadamente sigue cumpliendo su función
incluso en lugares donde los proletarios están en permanente agitación
contra la burguesía y sus representantes. El triunfo electoral en la
finca Mexicana del “progrecito” López Obrador es una muestra de que el
proletariado no ha perdido todavía toda esperanza en la política
burguesa. Todavía se le puede canalizar debido a su debilidad teórica y
de menoría histórica. No debemos olvidar que el debate sobre el
parlamentarismo ya se formuló con toda su crudeza en el seno del
asociacionismo proletario en la década de 1860 en la propia Francia.
Incluso se comprobó lo nefasto de la entrega del proletariado a las
supuestas bondades de la democracia directa en la comuna de París en
1871. No existe ninguna posibilidad de que dentro de las reglas del
estado burgués las condiciones de vida del proletariado se mejoren o
dulcifiquen máxime en un momento de desvalorización de las mercancías y
por tanto de máxima desvalorización de la vida en general y de la vida
humana en particular.
Solo en el caso
de la finca francesa se puede entrever una clara identificación de la
política vulgar con los valores de la clase dominante. En consecuencia
el proletariado está tendiendo a no participar de las farsas electorales
y la mediación. Ninguna organización del partido burgués de la
conciliación de clases, la socialdemocracia, realmente ni tiene poder en
las urnas ni en las calles. Los proletarios han entendido que el único
lenguaje propio de su clase es lo que la burguesía califica como el
lenguaje de la barbarie. El vandalismo es el único lenguaje que utiliza
el proletariado para comunicarse con sus explotadores y verdugos, cuando
no es posible utilizar otros medios más contundentes. Desde el punto de
vista burgués esta contestación solo merece ser acallada con represión,
porras, tanques y balas. No tienen ninguna legitimidad, porque no
tienen ninguna base electoral, claro está ninguna facción burguesa
podría defender los intereses del proletariado. Que entre otras cosas
son la destrucción de la tortura del trabajo asalariado, sacrosanta base
ideológica y sostén material del mundo burgués.
Pero
dejemos de ponernos intensos y observemos las señales que los gestores
del capital nos dejan con sus acciones. Una de ellas es la espantada de
los gestores del capital del ala derecha en la finca española. Después
de aburrirnos con toda su poética épica sobre la “patria grande”, “una” y
“libre”. Después de preparar leyes despóticas para meter en el talego a
todo el mundo. Resulta que se dejan sustituir por la más moribunda
socialdemocracia liberal y una amalgama de adversarios heterogéneos,
todo quizás porque no quieren comerse el marrón de gestionar su propio
desastre capitalistas tan amado y querido. Prefieren que sean otros los
que apliquen todos los resortes del estado para aplastar a la “canalla”
condenada a luchar. Puede que el reino del orden del capital no sea tan
tranquilo en el futuro.
Vertedero asturiano verano 2018