Pájara en fuga. Memorias de una anarquista centroamericana
Nora Méndez
Seminario de Ilusionistas Sociales - UNILCO-espacio nómada
Vitoria-Gasteiz, octubre 2019
250 páginas, 21x14,8 cms, rústica con solapas
978-84-947515-6-1
9 euros
Vitoria-Gasteiz, octubre 2019
250 páginas, 21x14,8 cms, rústica con solapas
978-84-947515-6-1
9 euros
Distribuye: Volapük Ediciones
Este es un libro dividido en dos etapas que reflejan la consecuente vida de su autora. Es un libro brillante, una literatura sólida y hermosa, que nos hace sentir, además, menos solos y recuperar nuestra estatura de personas. La primera parte narra los capítulos de encierro, tortura y violación que vivieron cientos de personas en América Latina en los años 80. Clara revisa sin distanciamientos la vida familiar, así como sus amores y la vida en la guerrilla urbana y la cárcel. A Diario Aviario va al otro punto del camino, la madurez emocional y corporal, de un mismo cuerpo que es el libro con su autora, por donde pasa de todo: tiempo, hijos, crisis, pobreza, desempleo, desalojo planetario. Nora Méndez nos advierte de que estamos lejos de salvarnos del horror y más lejos aún del principio de justicia, para a su vez nos llama a celebrar que en esa muerte diaria contra el sistema también existe una esperanza y es la de avanzar en contra, la de destruir el tiempo construido por el patrono y retomar el del sol, los animales y las plantas y salvarse en su calor. Quien sea humano amará este libro. (María Ibarra, narradora e ilustradora argentina)
Este libro se compone de tres partes entrelazadas en la vida y en la reflexión sobre el Poder. La primera parte, «Clara», es una novela autobiográfica; la segunda parte, es el poemario «A Diario Aviario»; y la tercera es el cuento «E.T. Phone, home». A lo largo de las tres partes se ve cómo se transita desde el comunismo y la lucha de vanguardia hacia el anarquismo, hacia caminar nuevas formas de vivir que no giren ni en torno a la organización ni en lo estrictamente personal.
Así presenta la novela la propia Nora Méndez:
"Fui capturada junto a otra compañera de las FAL en una pensión de mala muerte en San Jacinto, donde vivíamos de manera semiclandestina desde hacía dos meses. Éramos comandos urbanos, de esas cipotas que iban a clases y después —a la salida— ponían bombas. Mi novela es un testimonio y una novela basada en aquellos días adolescentes y maduros en los que nos jugamos la vida por cambiar las condiciones sociales y económicas de la mayoría en el país. Nos capturaron un 14 de febrero de 1989 /qué romántico/ y permanecimos desaparecidas en un término de 72 horas para luego pasar una breve temporada en Cárcel de Mujeres. Es un relato alucinante, de 20 capítulos como la baraja del Tarot sin la muerte, que relata esta historia de una mujer de 19 años en la cárcel y además la historia de las nuevas mujeres de la sociedad de clase media. Los anti valores de mujeres nuevas que se hicieron los valores modernos. Mi novela da un vistazo crítico, mordaz, frío a las condiciones de lucha, el papel de los jesuitas y los padres de familia, los militares, Tutela Legal y hasta da un paseo desnudo con coreografía de Flash Dance en una cárcel llena de mujeres y deseos. Esta es mi historia y por fin la he contado. Cuando lean la novela comprenderán el por qué de mi cansancio y el custodio especial a mi persona".
Así, vamos saliendo de la novela para ir adentrándonos en la segunda parte: el poemario «A Diario Aviario». Como un ave con el ala rota que siente que tal vez no pueda volver a volar y, aun así, primero se refugia un tiempo y poco a poco va agitando el ala, adentrándose en los zarzales donde no puedan verla para ir picoteando y recobrándose… Es cuando el anarquismo le ayuda a abrir las alas y a volar en libertad, dejar de vivir para estar al acecho de la presa para empezar a vivir viviendo.
Si me centro en mí
camino en círculos.
Si me centro en ellos
camino a la deriva.
Si me centro en lo imposible
camino nuevas vidas
que pueden ser nueve
como los infiernos
o la vida de los gatos.
La tercera parte es un cuento que de alguna forma es también un aviso que nos pone a reflexionar sobre el Poder: «E.T. Phone, home». Es un cuento con un ritmo interno muy notable, que vas sintiéndolo a medida en que vas adentrándote en él, te envuelve y te revuelve.
El libro emana ese amor que ha puesto la familia de Nora que camina junto a ella a lo largo de todo el libro, tanto en las ilustraciones, que son creaciones de sus hijos Camila Carcach y Andrés Méndez que completa Nora con las suyas, como los poemas que abren con delicadeza e intensidad cada parte del libro, escritos por su hijo Castriván.
Nora Méndez
El Salvador, 1969. Escritora, anarquista hippie, melómana, peripatética y filósofa. Vive en San Salvador, la ciudad de sus muertos, criando a su hija y sembrando árboles frutales. Dirige una editorial independiente por el placer de salirse con la suya y saltar sobre los abismos de la política y la censura. Llora todo el tiempo, es su manera de contribuir con la lluvia.
Así presenta la novela la propia Nora Méndez:
"Fui capturada junto a otra compañera de las FAL en una pensión de mala muerte en San Jacinto, donde vivíamos de manera semiclandestina desde hacía dos meses. Éramos comandos urbanos, de esas cipotas que iban a clases y después —a la salida— ponían bombas. Mi novela es un testimonio y una novela basada en aquellos días adolescentes y maduros en los que nos jugamos la vida por cambiar las condiciones sociales y económicas de la mayoría en el país. Nos capturaron un 14 de febrero de 1989 /qué romántico/ y permanecimos desaparecidas en un término de 72 horas para luego pasar una breve temporada en Cárcel de Mujeres. Es un relato alucinante, de 20 capítulos como la baraja del Tarot sin la muerte, que relata esta historia de una mujer de 19 años en la cárcel y además la historia de las nuevas mujeres de la sociedad de clase media. Los anti valores de mujeres nuevas que se hicieron los valores modernos. Mi novela da un vistazo crítico, mordaz, frío a las condiciones de lucha, el papel de los jesuitas y los padres de familia, los militares, Tutela Legal y hasta da un paseo desnudo con coreografía de Flash Dance en una cárcel llena de mujeres y deseos. Esta es mi historia y por fin la he contado. Cuando lean la novela comprenderán el por qué de mi cansancio y el custodio especial a mi persona".
Así, vamos saliendo de la novela para ir adentrándonos en la segunda parte: el poemario «A Diario Aviario». Como un ave con el ala rota que siente que tal vez no pueda volver a volar y, aun así, primero se refugia un tiempo y poco a poco va agitando el ala, adentrándose en los zarzales donde no puedan verla para ir picoteando y recobrándose… Es cuando el anarquismo le ayuda a abrir las alas y a volar en libertad, dejar de vivir para estar al acecho de la presa para empezar a vivir viviendo.
Si me centro en mí
camino en círculos.
Si me centro en ellos
camino a la deriva.
Si me centro en lo imposible
camino nuevas vidas
que pueden ser nueve
como los infiernos
o la vida de los gatos.
La tercera parte es un cuento que de alguna forma es también un aviso que nos pone a reflexionar sobre el Poder: «E.T. Phone, home». Es un cuento con un ritmo interno muy notable, que vas sintiéndolo a medida en que vas adentrándote en él, te envuelve y te revuelve.
El libro emana ese amor que ha puesto la familia de Nora que camina junto a ella a lo largo de todo el libro, tanto en las ilustraciones, que son creaciones de sus hijos Camila Carcach y Andrés Méndez que completa Nora con las suyas, como los poemas que abren con delicadeza e intensidad cada parte del libro, escritos por su hijo Castriván.
Nora Méndez
El Salvador, 1969. Escritora, anarquista hippie, melómana, peripatética y filósofa. Vive en San Salvador, la ciudad de sus muertos, criando a su hija y sembrando árboles frutales. Dirige una editorial independiente por el placer de salirse con la suya y saltar sobre los abismos de la política y la censura. Llora todo el tiempo, es su manera de contribuir con la lluvia.