Una crítica anarquista al posmodernismo y posanarquismo

Publicado por valladolor miércoles, 1 de octubre de 2025 , , , ,

 

UNA CRÍTICA ANARQUISTA AL POSMODERNISMO Y AL POS-ANARQUISMO



 

El siglo XX que empezó como un torbellino revolucionario acabó con un descalabro de las ideas emancipadoras, desde el anarquismo hasta el socialismo, que se vieron “derrotadas” por un capitalismo que irá mutando y transformándose en función de sus necesidades. La dominación capitalista recupera antiguas luchas “revolucionarias”, sociales, económicas, ecológicas.. absorviendo muchas de estas ideas emancipadoras y colocándolas en su programa.

Por un lado la incapacidad de los movimientos revolucionarios de ver y analizar estas nuevas reestructuraciones capitalistas y por otro lado el capitalismo con sus interminables guerras y conflictos de dominación y desestabilización de territorios enteros o en su vertiente comunista, con sus inmensos sumideros de miseria moral y material, representados por los gulags, dieron lugar a la desestabilización de los movimientos revolucionarios que habían colocado contra las cuerdas al capitalismo en diferentes momentos del siglo XX. Consiguiendo poner cadenas a todas las ansias de libertad y emancipación provocando una desbandada generalizada de los movimientos revolucionarios que concurrieron posteriormente en las ideas de la posmodernidad.

Ante la caída de y crisis de estos movimientos revolucionarios parece que muchos encontraron una salida: el repliegue en la subjetividad del individuo y la huida hacia el mercado como garantizador de una felicidad sustentada en la privatización de la vida (la destrucción de la comunidad) y en el hiperconsumo propios de la de la posmodernidad. Destacar especialmente el hiperconsumo de identidades.

Así las ideas de la posmodernidad que hoy fagocitan por completo a la izquierda y en gran medida a los movimientos anarquistas y revolucionarios son producto del desencantamiento con la Política, las ideologías y con los movimientos sociales y revolucionarios. Unas ideas posmodernas que ponen en el centro al individuo , y gracias a las redes sociales al individuo descarnado y atomizado, alejando las posibilidades de una lucha revolucionaria que ponga en el centro , no a las identidades sino a la comunidad, a lo colectivo que emprenda de nuevo la lucha de clases, buscando la tensión, la confrontación y el conflicto que proyecten el derrumbe de lo establecido.

 

DECRETADO EL ESTADO DE FELICIDAD PERMANENTE (LEMA DE MAYO 68)

La caída del muro de Berlin, la sociedad de masas, el ocio, el hiperconsumo, el desencantamiento con las ideas revolucionarias, el repliegue individual, el fin de la guerra fría…. todo ello da lugar a la aparición de la posmodernidad. Durante la segunda mitad del siglo pasado oco a poco fue permeando la idea de que todo es interpretable y relativo, que las categorías que explicaban el mundo hasta hace dos días deben actualizarse, reinventarse, redefinirse. Que determinadas categorías sociales como Poder, Estado, capitalismo, movimientos revolucionarios habían quedado desfasadas y que debían ser disueltas en la túrmix de la historia. A partir de la posmodernidad sólo serán relevantes y dignas de atención aquellas cuestiones que proporcionan bienestar a ese Sujeto desencantado, para quién la aspiración a la felicidad individual (o la visibilización de sus problemas propios) constituirá en adelante un sustituto funcional de aquellas ideas revolucionarias que hasta poco tenían un valor principal. La posmodernidad convierte la búsqueda del bienestar subjetivo en un imperativo moral. Ese bienestar supone una privatización de la vida que es un rasgo estructural de la posmodernidad, el individuo se refugia en sí mismo en un proceso de aislamiento progresivo, de esta manera, a falta de un entorno próximo, de una comunidad, es el Estado quién ocupa su lugar. El Estado ya no es el enemigo a batir, sino el refugio al que acudir a exponer y visibilizar sus problemas. La perdida de aquellos proyectos colectivos que alumbraban “un mundo nuevo” será “recompensada”con el individualismo , representado por un individuo desencantado que buscará nuevas fuentes de satisfacción en una sociedad que le ofrece nuevas formas, via mercado, que le promete un horizonte de esperanza sobre la base de materializar sus anhelados deseos.

Poco a poco el mundo de las ideas va desmoronándose en la posmodernidad. Ya no hay religiones o ideas revolucionarias a las que asirse, todo adquiere un carácter evanescente, cool, superficial, efímero. Ya no hay lugar para grandes proyectos revolucionarios en la posmodernidad, ya que todo tiene un carácter relativo, transitorio, provisional….Todo parece cuestionable, opcional, relativo. Así la libertad ya no es un proyecto colectivo sino que ahora se asienta en el centro de la experiencia individual y todo lo que afecta al individuo, desde el nacimiento hasta la muerte, adquiere significación política: la elección de los hijos , la forma de alimentarse, la orientación sexual, la salud, la forma de consumo etc.. todo es opinable y convertido en una mercancía capaz de satisfacer los deseos de los individuos. Así las cuestiones que afectan a las condiciones estructurales de la vida social, de las condiciones de vida y de la política se alejan del centro del combate y se repliegan a lo individual.

Las ideas posmodernas no deben asimilarse a una estricta despolitización , son inseparables de un entusiasmo relacional particular, como lo demuestra la proliferación de asociaciones, grupos de asistencia y grupos reformistas. El Individuo posmoderno no es un individualista asocial sino que busca ramificaciones y conexiones en colectivos con intereses miniaturizados, hiperespecializados que no buscan el conflicto con el Estado, ni con el Capitalismo. Buscan gente con sus mismo deseos identitarios: colectivos de “racializados”, grupos de veganos, asociaciones de “discas” , grupos transfeministas lugares donde emprender la solidaridad de microgrupo, fragmentando las luchas políticas y/o revolucionarias. Forman diversidad de grupos que ya no buscan crear esos momentos de tensión o conflicto que nos puedan llevar a la revuelta generalizada. Así en la posmodernidad el Individuo ha sustituido a aquella clase peligrosa que a base de bombas, veneno, cuchillos, libros, panfletos...hacía temblar los cimientos de la burguesía. Una burguesía que ahora ofrece toda una cultura y consumo liberal a todos aquellos que se disfrazan de revolucionarios.

 

A LA CARTA: ELIGE TÚ REBELIÓN

El espectáculo ha transformado la lucha. Numerosos movimientos involucrados en inciertas luchas ya no buscan el proyectarse para derrumbar lo existente, para criticar la dominación o para planificar luchas a largo plazo que hagan tambalear el sistema. Nos encontramos en la época técnica la cual prioriza lo visual, no sólo se prioriza este sentido sino que al mismo tiempo se nos priva del resto, es un signo de la sociedad científica la privación sensorial. Por ello vivimos en la “era de la visibilización” donde las luchas deben hacerse visibles ya no para ser difundidas como una propaganda que llegue a las conciencias de la mayor parte de la población sino para mostrar la existencia de la amalgama de sujetos que conforman la ´rebelión liberal´ ,aquellos que, no pretenden derrumbar el Estado o el Capitalismo. Simplemente buscan , en la mayoría de las ocasiones, autorreafirmarse y mostrarse al mundo como si de un escaparate comercial se tratase.

En este punto adquiere especial importancia la personalización, es decir, la posibilidad de una amplia carta, como si de un restaurante se tratase, donde elegir tu propia “rebelión”. Podríamos llamarlo algo así como “elige tú propia aventura”, “construye tu viaje”. El capitalismo ofrece este consumo hiper-individualizado con la multiplicación de elecciones que ofrecen cada vez más opciones y elecciones a medida, una especie de autoservicio de una existencia a la carta que consiste en proponer para cada persona diferentes opciones , en substituir la normatividad, la autoridad y la sujeción uniforme por la libre elección, la homogeneidad por la diversidad, la austeridad por la realización de deseos. Así el capitalismo te vende una ´rebelión´ en un formato simple. La idea es básica: que la población siga consumiendo y trabajando pero sin estar sujeto a antiguas normas autoritarias y coacciones, ahora eres ´libre´ de conseguir tus deseos (los que el capitalismo te ha empaquetado con papel de regalo). Así esta forma de vida capitalista se ha introducido en los espacios refractarios dedicados ahora más, en muchas ocasiones, a las realizaciones personales, narcisistas, hedonistas y de identidad, que a la destrucción de lo existente. La rebelión ahora se disfraza de Identidad, puedes elegir la que tú desees( el estado español ya reconoce 37 identidades de género, puedes elegir la que quieras). El mundo se ha convertido en el supermercado de la identidad. Existen también diferentes identidades relacionadas con la alimentación que pretenden ser también rebeldes. Lo normativo ahora es no ser normativo. Puedes ir más allá y dejar de ser humano: cablearte, colocarte diferentes chips, ponerte un exoesqueleto y llenar tú cuerpo de prótesis para transformarte en un transhumano, todo es moldeable, todo es una opción que consumir en el posmodernismo. Incluso ciertas ´feministas´ como Butler, Preciado o Haraway optan por convertirnos en ciborgs ello con la excusa de poder reinventarnos en lo que queramos y que ya no existan ni hombres ni mujeres. Nosotros como refractarios y amantes de la libertad nos oponemos tajantemente a semejante aberración. La sociedad, disuelta su rigidez autoritaria, se ha convertido en abierta, plural, que tiene en cuenta los deseos de los individuos y aumenta su libertad en función de las motivaciones individuales, la vida flexible en la era del consumo. La izquierda ha comprado este modelo de sociedad y nos lo vende como algo rebelde. Así los movimientos sociales, la izquierda y algunos anarquistas han caído en la trampa donde la ´lucha´es remitida a un consumo de objetos y de signos artificiales que provoca una paralización de la revuelta y atomización de lo social. Aquí vemos la destrucción cool de lo social y las luchas por un proceso de aislamiento que se administra ya no por la fuerza bruta o la cuadricula reglamentaria sino por el hedonismo, el deseo, la visibilización y el consumo.

“Son las clases las que hacen revoluciones no los individuos” Kropotkin


Para nosotros las diferentes formas de explotación y dominación no son un problema en si mismo sino que constituyen una cuestión adyacente a la cuestión social. Los discursos políticos que reducen la explotación y la dominación a diferentes ámbitos evitan ver la raíz de los problemas comunes a todos los explotados, estos discursos (poscoloniales, neofeministas , neoecologistas….) parecen entregarse a la única salida plausible: la fragmentación social en función de criterios étnicos, raciales, de género, de alimentación etc… Esta fragmentación social da lugar a la creación de diferentes grupos en los que surgen diferentes conflictos y tensiones entre sí olvidando el verdadero enemigo a batir: la reproducción social capitalista, el mundo mediado por mercancías y tecnología , el trabajo asalariado. Sobre ese suelo movedizo desaparecen las maneras de pensar lo común, así como un abordaje al capitalismo. Por un lado vemos como se produce una recomposición de la lucha en términos étnicos, culturales, sexuales etc.. y por otro vemos que los análisis y la practica críticos con la explotación económica o la reproducción social han dejado de estar a la orden del día. Las luchas fragmentarias no quieren destruir lo existente, ni mucho menos provocar ciertas tensiones y conflictos que nos puedan llevar a una revuelta generalizada. El objetivo de estas luchas izquierdistas es hacer cambiar en bien la mirada sobre la gente. En efecto querer visibilizar, querer cambiar la percepción que se tiene de los otros , comprender el funcionamiento de su “comunidad” no implica necesariamente modificar la situación de explotación en la que se encuentra.

Es decir visibilizar o intentar que se cambie la percepción sobre ciertos grupos (sexuales, étnicos…) no es una lucha revolucionaria, es el izquierdismo haciendo su labor de recuperación de las luchas y llevando la voz cantante de hacia donde deben ir estas. Así el multiculturalismo y la defensa pública de las minorías corren el riesgo de ser los mejores garantes de un orden capitalista que produce la gran diferencia estructural: aquella que opone a los ricos y los pobres. La guerra de clases queda olvidada de todas estas luchas fragemtarias. Como dice Walter Benn Michaels que “la diversidad no es un medio de instaurar la igualdad; es un medio de gestión de la desigualdad, nada tiene de radical en el plano político, poner de manifiesto o glorificar la diversidad[…] no es otra cosa hoy que nuestra manera de aceptar la desigualdad.” Lo único que se borra con la diversidad y esta s luchas fragmentarias es la diferencia entre las clases. El enemigo a batir ya no es la sociedad de clases ahora se pretende la inclusión de todos en ella, un sociedad de clases diversa.

La ideología izquierdista ha calado hondo en ciertas ideas refractarias y anarquistas han conseguido fragmentar las luchas y colar parte de su programa en los proyectos anárquicos llevándolos a una paralización y luchas internas estériles sin precedentes, una vez apartados ciertos “viejos temas” como el Estado, el Capital, las mercancías , el trabajo asalariado…los izquierdistas han tenido el campo abierto para una reorganización de la “agenda” política en términos de lucha contra el poder de las normas, en vez de la lucha contra un sistema capitalista que produce la alienación, la miseria, la pobreza, y el ecocidio. Esta lucha se convierte en superficial ya no se trata de operar una crítica o un ataque contra nuestros enemigos sino ahora lo que se pretende es “deconstruir” el pensamiento, las ideas y los postulados del adversario.

 

UNA PEQUEÑA CRITICA AL POST ANARQUISMO

Insistimos las ideas izquierdistas se han colado en la anarquía y a veces su lógica impregna los pensamientos de muchos anarquistas Ideas provenientes de la “izquierda radical” , de algunos bastardos como Foacult, Deleuze y Guattari pero también de nuevas feministas como Butler o Haraway o de los discursos poscoloniales. Uno de los primeros que uso el término post anarquismo fue Hakim Bey famoso por su libro T.A.Z. (ZONAS TEMPORALMENTE AUTONOMAS) este autor fue un posmoderno que utilizo la anarquía para dar rienda suelta a sus desvaríos, entre otras “lindezas” observaba que el poder nunca es más que pura “simulación” o que “la pornografía y la diversión popular como vehículos de una reeducación radical” jamás entendermos como este autor ha tenido tanto “éxito” en ciertos ambientes anarquistas , quizás su lenguaje radical/situacionista, quizás que presentaba algo nuevo nunca lo sabremos. Se carga una base del pensamiento anarquista como es el “poder” que conlleva la explotación y dominación de los ricos y los pobres, también Foacult decía que el poder era algo “abstracto” y así se fue conformando el post anarquismo. Para estos autores que se esconden bajo la falacia del post anarquismo porque para ellos todo es moldeable y fluido y pretenden hasta redefinir el anarquismo que para ellos no habrá de representar la aspiración revolucionaria sino la descomposición de lo social, bajo la máscara de una espectacular rebelión individual. Intentando de esta manera desestabilizar todo aquello sobre lo cual descansa el anarquismo clásico. Pretender llevar su modelo de mundo maleable, fluido y moldeable al anarquismo. En este “rediseño” del anarquismo encontramos estupideces como la de la canadiense, profesora de universidad, Sandra Jeppesen quien afirma “El anarquismo no es un movimiento blanco,[…] el anarquismo no es un movimiento de monogamia heterosexual bigenerado […] el anarquismo no involucra al obrero[…] el anarquismo es crear acontecimientos” aunque no tenga gracia se nos escapa una sonrisa al escuchar semejante estupidez.¿ El anarquismo no involucra al obrero? Se debe admitir que, a menos que lisa y llanamente se borre el pasado y se encierre uno en la mera inmediatez, es extraño y erróneo afirmar eso a proposito de un movimiento que nació en 1872 a partir de una escisión de la Asociacion internacional de los trabajadores de la que habían sido excluidos Bakunin y Guillaume.

Quieren destruir la anarquía pero no lo consentiremos somos tercos como nuestros compañeros decimonónicos atacando con todo a quienes pretendían destruirlos. Hoy el enemigo ataca desde la izquierda. Nosotros nos preguntamos a quién se dirige ese anarquismo que no es “para el obrero”. El postanarquismo reduce la acción política a la subversión de la identidad, su pensamiento deconstruccionista vuelve imposible concebir la crítica en términos de alienación o explotación, encontradonos en asambleas y lugares donde prima “el pronombre de cada uno”, “su identidad sexual” o “lo que come” a la realización de proyectos , que con su praxis y critica, hagan tambalear este mundo que nos condena a la miseria. Un ejemplo claro lo vemos con el feminismo, por un lado nos encontramos con las feministas radicales aquellas que luchan contra el sistema patriarcal y los mecanismos opresivos y por otro lado el neofeminismo/queer que buscan exclusivamente la desestabilización de las normas desplegando su política en un vacio social, exacerbando el eslogan “lo personal es político” hasta disolver la política en la reinvención de la sexualidad. En estos discursos del llamado postanarquismo desaparece toda crítica a la vida mutilada por las mercancías, el trabajo asalariado o la tecnología.

El “espectro anarquista” actual parece incapaz de deshacerse de todo este cocktail posmodernista e izquierdista que moldea la forma de actuar, pensar y sentir en nuestros ambientes. Así vemos como cada vez el pensamiento en los movimientos anarquistas queda cada vez más encorsetado y homogeneizado, con pocas posibilidades de hacer una crítica al pensamiento único postanarquista que se está extendiendo como la pólvora. Estos movimientos postanarquistas están conformados, muchas veces, por personas autoritarias que bajo el disfraz de una ideología “amable” hacen imposible el debate o profundizar en ciertos aspectos e incluso hacerles cualquier crítica, porque rápidamente serás expulsado de su “gran hermano”. Pretender fragmentar el anarquismo categorizando a las personas en base a sus privilegios, capacidades…. , culpabilizando a la otra parte de capacitista, privilegiado….. Darle a esto un discurso rebelde no es más que una pantomima que no tiene ningún sentido revolucionario. El anarquismo mediante el apoyo mutuo y la solidaridad solventa los problemas de capacidades o privilegios sin la necesidad de establecer categorías sociales, convertir a parte de la población en victimas es parte del discurso capitalista absorbido por aquellos que dicen enfrentarse a él. Volver a mirar de frente al enemigo, mirar sin miedo al abismo abre posibilidades de insurrección, crear categorías y fragmentar al movimiento revolucionario sólo permite perpetuar lo existente La anarquía aquí sirve como vehículo para la tiranía. Es demasiado fácil culpar a un ambiente lleno de escrúpulos y paralizado por la ansiedad ante la idea de prohibir o imponer algo, haciéndose pasar por "víctimas", "representantes de los dominados", "oprimidos", "discriminados" de las minorías. En el fondo, estos activistas, apoyados y celebrados por las universidades, las editoriales, el mundo del espectáculo y los medios de comunicación, son los agentes ideológicos de la tecnocracia transhumanista empeñados en destruir todas las formas de defensa de una humanidad libre en una naturaleza salvaje.


CHIMPANCES DEL FUTURO

MADRIP, OCTUBRE 2025

 


 

Por el combate en el ámbito laboral

SOLIDARIOS DE LA SANIDAD PÚBLICA

De la memoria reciente de la lucha de clases

Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.

si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com

















Buscar textos

Traduce-Translate-Μεταφράστε

Categorias

revistas (113) comunismo (92) anarquismo (79) anticapitalistas (68) Historia (41) Analisis (37) Autonomia obrera (37) memoria histórica (35) teoría revolucionaria (28) reflexión (27) valladolid (26) Insurreccion (25) pcint (23) madrid (22) libro (21) marxismo (21) Antidesarrollismo (20) autoorganización (20) presos (19) Lucha obrera (17) análisis (17) estado español (17) anticarcelario (16) barrios (16) antipatriarcado (15) Solidaridad (14) conciencia de clase (14) Capital; Anticapitalismo; Crisis (13) crítica de las ideologías (13) internacionalismo (13) lucha de clases (13) contra la represión (12) edición (12) venezuela (12) antisexismo (11) chile (11) por el comunismo / por la anarquía (11) lucha social (10) proletarios internacionalistas (10) agitación (9) cuadernos de negación (9) el proletario (9) entrevista (9) izquierda comunista (9) proletarixs contra el capital (9) textos (9) Gamonal (8) acción directa (8) anarcocomunista (8) coronavirus (8) periódico anarquista (8) Solidaridad de clase (7) UHP (7) autodefensa (7) boletín (7) contra el control social (7) contra la especulación (7) contrainformación (7) guerra civil (7) terrorismo y guerra imperialista (7) Asturias (6) Ecuador (6) PCI (6) Pajarillos (6) argentina (6) autogestión de la salud (6) contra el capital (6) contra el trabajo asalariado (6) libertario (6) libro anarquista (6) periódico (6) Castilla (5) EE.UU. (5) cajas de resistencia (5) comité de solidaridad de los trabajadores (Valladolid) (5) comunidad de lucha (5) cultura (5) debate (5) grecia (5) italia (5) lucha proletaria (5) memoria (5) okupación (5) revolución social (5) revuelta (5) sexualidad libre (5) Carabanchel (4) Compilacion (4) Enseñanza (4) Volapuk (4) anarcopunk (4) autonomía (4) bibliotecas sociales (4) comunización (4) distribuidoras (4) dossier (4) feminismo (4) lucha vecinal (4) $hile (3) Alfredo Bonnano (3) Aluche (3) GCI (3) Karl Marx (3) Lucha estudiantil (3) MIL (Movimiento Ibérico de LIberación) (3) Miguel amoros (3) Vallekas (3) amor y rabia (3) antipsiquiatría (3) bcn (3) centros sociales (3) comunidad (3) defensa de la tierra (3) encuentro (3) euskalherria (3) fancines (3) fascismo (3) guerra de clases (3) guerra de españa (3) mayo 1937 (3) memoria proletaria (3) mujer (3) méxico (3) propaganda (3) punk (3) represión (3) revolución rusa 1917 (3) Alemania (2) Antisindicalismo (2) Bordiga (2) Grupo Barbaria (2) Historica (2) Klinamen (2) Moai (2) Nihilismo (2) Palencia (2) abstencionismo (2) agroecología (2) anarcosindicalismo (2) antimilitarismo (2) antirracismo (2) autogestión (2) autonomía obrera (2) biografía (2) catalunya (2) consejos obreros (2) contra el domino de la mercancía (2) contra la democracia (2) contra los recortes (2) crítica (2) crítica del valor (2) cárcel = tortura (2) documento (2) epidemia (2) expropiaciones (2) gentrificación (2) guerra a la guerra (2) género (2) in memoriam (2) informe (2) literatura libertaria (2) lucha armada (2) ludditas (2) movimientos sociales (2) navarra (2) pandemia (2) perú (2) poesía (2) que la lucha no muera (2) queer (2) rojava (2) sanidad (2) siria (2) soterramiento (2) teatro (2) veganismo (2) 1º de mayo (1) 5G (1) ADN (1) Alexandre Marius Jacob (1) Andreu Nin (1) Argelia (1) Aristocracia obrera (1) Bakunin (1) Barakaldo (1) CNA (1) CNT (1) CNT-AIT (1) China (1) Comite invisible (1) Espai en Blanc (1) Francia (1) Hermanos Quero (1) Ivan Illich (1) Jean Marc Rouillan (1) Lafargue (1) Llar (1) Malatesta (1) Mucientes (1) Munis (1) Mustafá Kayatí (1) Mónica y Francisco (1) Nestor Makhno (1) Noelia Cotelo (1) Occupy Wall Street (1) Palestina (1) Pastora (1) Potere Operaio (1) RDA (1) Reinosa 1987 (1) SAT (1) Segovia (1) Situacionismo (1) Stonewall (1) Territorio Mapuche (1) Trotsky (1) URSS (1) Uníos Herman@s Proletari@s (1) VVAA (1) Voltairine de Cleyre (1) Xose Tarrío (1) abstención activa (1) activismo (1) américa (1) antipolítica (1) antropología (1) argelaga (1) barcelona 1937 (1) brasil (1) cantabria (1) cantarranas (1) capitalismo tecnoindustrial (1) catalá. revuelta (1) catástrofes (1) centroamérica (1) chalecos amarillos (1) comuneros (1) comunicados (1) consejos prácticos (1) contra el dominio de la mercancía (1) contra toda novicidad (1) conversaciones contra las cárceles (1) corea del norte (1) covid-19 (1) cuba (1) cádiz (1) código penal (1) derrotismo revolucionario (1) droga (1) educación (1) ejército en las calles (1) elecciones (1) estado de alarma (1) fraternidad (1) fugas (1) galiza (1) grupo surrealista de madrid (1) huelga (1) huerta (1) igualdad (1) industria farmaceútica (1) kropotkin (1) left communism (1) lenin (1) lesbianismo (1) libcom (1) libertad de pensamiento (1) matriarcado (1) medicamentos (1) medios (1) mediterráneo (1) monográficos (1) narcotráfico (1) novela (1) okupació rural (1) oposición comunista (1) orgullo gay (1) política (1) posmodernismo (1) praxis (1) prehistoria (1) presos políticos (1) programa (1) prostitución (1) protestas (1) psicogeografía (1) pueblo gitano (1) pueblos (1) redes sociales (1) revolución personal (1) rvolución social (1) sabotaje (1) santander (1) seguridad (1) soviets (1) straight edge (1) tokata (1) transición (1) títeres (1) urbanismo (1) violencia (1) violencia machista (1) vivienda (1) voluntariado (1) volupuk (1) zaragoza (1) ÁFRICA (1)

Entradas más vistas

difunde y practica

La crítica no arranca de las cadenas las flores imaginarias para que el hombre soporte las sombrías y escuetas cadenas, sino para que se las sacuda y puedan brotar las flores vivas. La crítica de la religión desengaña al hombre para que piense, para que actúe y organice su realidad como un hombre desengañado y que ha entrado en razón, para que gire en torno a si mismo y a su sol real. La religión es solamente el sol ilusorio que gira en torno al hombre mientras éste no gira en torno así mismo. (...)
Es cierto que el arma de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas, que el poder material tiene que derrocarse por medio del poder material, pero también la teoría se convierte en poder material tan pronto como se apodera de las masas. Y la teoría es capaz de apoderarse de las masas cuando argumenta y demuestra ad hominem , y argumenta y demuestra ad hominem cuando se hace radical. Ser radical es atacar el problema por la raíz. Y la raíz, para el hombre, es el hombre mismo. [K. Marx]